El enfrentamiento existe desde que el hombre es hombre, no hemos podido separarnos por completo de nuestro lado cavernario. Nuestro cerebro reptiliano nos indica en que momento debemos atacar a la yugular. Una vez que hemos herido a nuestro oponente lo único que dominará nuestra mente por largo tiempo será la necesidad de acabarlo.
Un Domingo común, el centro de la ciudad de México alberga cualquier cantidad de actividades y lugares, algunos de estos lugares habían estado en reposo, esperando, guardando una inmovilidad impaciente, queriendo volver a ser iluminados por luces neón, collares dorados, baratijas brillosas y que sus estructuras fueran azotadas por la música escandalosa… El Pasagüero está de regreso, más simple que nunca, pero de regreso.
Los rappers a las cinco de tarde ya esperaban, las gorras de beisbol muy derechitas se encontraban formadas. La causa, La “Liga de confrontación Lírica SPIT MX” creada por los Never Die.
Los involucrados en los madrazos verbales, saben bien el negocio, las palabras y como te ves es lo que cuenta.
Todos exhiben la parafernalia de su crew, gorras playeras, sudaderas… y marcas deportivas, muchas marcas deportivas.
La confrontación comienza y el discurso de la batalla es alentada por el grito de guerra que se entona cada que el referí arenga a los presentes, el público contesta “Escupe”, “Escupe”. Sabemos que los rappers con el micrófono son buenos mentando madres y mandando a la chingada a todo aquel que los desafié, lo sabemos, su ingenio para descalificar, rimar y nunca titubear alienta y excita a la gente.
Por medio de esas rimas, de las descalificaciones, los espectadores creen conocer a los que se mientan la madre en un escenario con micrófono en mano, se involucran, acceden al pasado, a los traumas creados y ocultos hasta que una rima los hace salir a flote , acceden a las aspiraciones de cada contendiente.
Debe de doler, cada rima que te deja como un pendejo, debe doler, de eso trata, de pisotear, escupir y bastardear lo que en la semana te quedaste callado.